El tomillo seguramente forme parte de las plantas aromáticas que tienes en macetas en la cocina o las hierbas que tienes en la despensa y lo utilices para condimentar algunos de tus platos. ¿Pero sueles tomarlo como infusión?

Este uso, quizá no tan popular, del tomillo es de lo más interesante, sobre todo en la época de gripes y catarros. Sus propiedades nos pueden resultar de lo más útiles para aplicar remedios caseros en estas situaciones.

Te enseñamos todo lo que tienes que saber sobre la infusión de tomillo e incluso te mostramos cómo puedes prepararla fácilmente con lo que ya tienes en casa.

El tomillo es una hierba muy común en la zona mediterránea que ya se consumía como remedio en la antigüedad, en Egipto y Grecia. Y todo gracias a sus principales propiedades:

En forma de aceite esencial, el tomillo también puede servir como antiinflamatorio. Es común que se use para aliviar contracturas y dolores musculares y de las articulaciones si se aplica sobre la zona afectada con un masaje.

Como con todas las infusiones, con la de tomillo también hay que tener cuidado en algunos casos muy concretos. Al fin y al cabo, se trata de una planta medicinal con principios activos a los que debe sus propiedades terapéuticas.

Puedes acompañar tu infusión de tomillo con otras hierbas. Por ejemplo, para aliviar la tos es común acompañarla de amapola, malvavisco y anís verde o con romero para prevenir la osteoporosis. 

Una vez filtrado, puedes añadir a estas infusiones un poco de limón, miel o endulzantes en cualquier formato, azúcar o siropes para mejorar un poco su sabor. No obstante, el sabor de esta hierba por sí misma también es agradable.

¿Sabes que puedes combinar el tomillo con otras hierbas? En este vídeo te enseñamos tres maneras de preparar el tomillo y que te encantarán. ¡No te lo pierdas!

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